lunes, 5 de enero de 2009

En mi oficina


Textos y mas textos. Papeles, convenios, congresos y jornadas. Gente que entra y sale reclamando, solicitando, averiguando. Algunos traen sus alegrías, otros sus tristezas y ansiedades. Y de repente a mi derecha el imponente Machu Picchu emerge de la cartelera con sus verdes vibrantes, recordándome momentos místicos y de extraños aprendizajes. El verde de la montaña imponente, el huayna picchu, y las ruinas incaicas entrelazadas con los verdes fulgurosos de los senderos. Y me recuerdo eterna caminante de piedras arcaicas, de odiseas imaginales y de los olores de la tierra. Y las aguas calientes de sus termas y la fuerza del río que acechaba al pequeño pueblo que bordeaba el santuario. Verde, todo era verde. Verde y gris calizo, Verde selva, Verde campo, piedras rebosantes de verde. Verde y más verde. Sigo en el recuerdo, pero se me cuela el presente. Y me liga a tus ojos. Un presente de ojitos verdes, que me dan ternura y afecto. Si , pienso en tus ojos verdes y allí estan concentrados todos los verdes de mis fotos. Si hasta el mar tiene el color de tus ojos. Si, si, no importa el tiempo, es apenas un instante: pensar en vos es como recrear una pausa de inmensa felicidad.
Silvia

No hay comentarios:

Publicar un comentario